México vive su peor mes de ruina ecológica; Grupo México derramó 6 veces más tóxicos de lo reportado: mineros Por: Redacción / Sinembargo - septiembre 4 de 2014 - 0:01
Ciudad de México, 4 de septiembre (SinEmbargo).– Integrantes del Sindicato Minero Sección 65 afirmaron que el derrame de ácido sulfúrico en los ríos Sonora y Bacanuchi es seis veces más grande de lo que anunció Grupo México. “Ellos dicen que fueron 40 mil [metros cúbicos] porque se fueron al mínimo. El represo tiene 240 mil cúbicos de desechos tóxicos y cuando ocurrió el accidente estaba al tope”, dijo Antonio Navarrete Aguirre, de la organización sindical. La organización gremial denunció también –el lunes pasado– que un represo, que resguarda material contaminante desde hace 30 años, está a punto de colapsar y contaminar de forma irreversible el río Sonora. Los desastres ambientales en las cuencas de México vienen desde años atrás. Diversas organizaciones han advertido año con año de la falta de regulación para atender la crisis y los daños que pueden ocasionar a la población los contaminantes que son vertidos a los ríos. El informe Ríos mexicanos, ríos tóxicos de Greenpeace , publicado en 2012, ubicó a “las aguas residuales municipales, los lixiviados de los basureros; y las aguas resultantes de las actividades productivas, principalmente la industria, agricultura y actividad minera” como las tres fuentes principales de contaminación de los recursos hídricos. En ese contexto se desarrollan los últimos accidentes que afectaron diferentes ríos del país y causaron pérdidas millonarias por los estragos a las actividades económicas de las localidades. Ayer se dio a conocer el sexto desastre ecológico registrado en las últimas semanas en México: miles de peces muertos aparecieron a la orilla del estero El Infiernillo, en Mazatlán, Sinaloa. De acuerdo con pescadores de la localidad, en ese lugar se concentran desechos y basura sin que nadie inspeccione la zona. A este caso, le antecedieron dos derrames petroleros: uno en Cadereyta, Nuevo León y el otro en Huimanguillo, Tabasco; así como el vertido de agua con cianuro en el municipio El Oro, Durango, y el derrame de sustancias tóxicas en los ríos Sonora y Bacanuchi, provenientes de la mina Buenavista de Grupo México, que ha afectado al menos a 22 mil personas en siete municipios. EL DAÑO DE LAS REFORMAS DE EPN Esta semana, el Movimiento Mexicano de Afectados por las Presas y en Defensa de los Ríos (MAPDER) manifestó su rechazo a las reformas estructurales del Presidente Enrique Peña Nieto que –asegura– “se instrumenta promoviendo megaproyectos […] cuya complejidad apenas alcanzamos a vislumbrar”. El grupo conformado por 80 organizaciones explicó que por medio de “hidroeléctricas que proveen electricidad a proyectos de extracción minera e hidrocarburos; carreteras y puertos que facilitan el despojo; acueductos que trasvasan cuencas para beneficiar complejos industriales, ciudades rurales que se encargan de lidiar con el desplazamiento forzado de poblaciones indígenas y campesinas, siembra de transgénicos y monocultivos afectan nuestra diversidad biológica, además de contaminar y sobreexplotar nuestros ríos y acuíferos”. Con el pronunciamiento coincidió Greenpeace. En un mensaje con motivo del Segundo Informe de Gobierno de Peña Nieto, la organización ambientalista denunció que con el mandatario priista en el poder, “al medio ambiente le ha ido muy mal”. Dijo que durante los primeros 20 meses de su administración, “se consolidó un modelo extractivo de nuestros recursos naturales y se demostró el menosprecio al medio ambiente”. Advirtió que “el reciente derrame de sustancias tóxicas a los ríos Sonora y Bacanuchi es sólo la punta del iceberg de la contaminación tóxica de nuestros ríos, la mala gestión de las cuencas, la poca supervisión a las industrias por parte de la Conagua [Comisión Nacional de Agua] y la laxitud de leyes y sanciones”.
Este contenido ha sido publicado originalmente por SINEMBARGO.MX en la siguiente dirección: http://www.sinembargo.mx/04-09-2014/1106671.